Este 20 de noviembre la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Mundial de la Infancia en honor a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y a la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, el tratado internacional más ratificado de la historia.
Este es un día que busca fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales. Esta es una fecha también que nos llama a todos a reflexionar sobre los derechos de la infancia y que todos los niños y niñas tienen derecho a salud, educación y protección, independiente del lugar del mundo donde hayan nacido.
Es una efeméride adecuada para analizar nuestro país en torno a los avances y desafíos a futuro que se han generado en materia de infancia, sobre todo, considerando la variable de discapacidad, una realidad transversal en nuestra sociedad. Desde IRV no podemos dejar pasar esta fecha sin comentar este tema.
LA REALIDAD EDUCATIVA DE LOS NIÑOS EN AMÉRICA LATINA
Vamos a comenzar esta columna de opinión abordando el tópico de la educación en la infancia, pues nos parece un aspecto crucial dentro de sus derechos. Según cifras del Banco de Desarrollo de América Latina, Chile tiene una tasa de matrícula bruta del 88% para niños de 4 y 5 años, 99,4% para niños entre 6 y 11 años (que se considera casi universal) y alcanza a 93% de los jóvenes entre 12 y 18 años.
En todos los casos la cobertura se encuentra por encima del promedio de América Latina, que es de 79%, 97% y 82% para cada grupo de edad, respectivamente. Además, Chile ha obtenido los mejores puntajes en todas las pruebas estandarizadas que miden conocimientos en alumnos de la región.
Si bien estas cifras pueden ser alentadoras no quieren decir necesariamente que estamos al tope de lo que podemos hacer como país.
De hecho, los desafíos en esta materia se encuentran ligados a varios aspectos; el primero a la cantidad de jóvenes que desertan y no terminan sus estudios, el segundo es que 10% de los jóvenes de 17 años no asiste a la educación media.
Por ultimo, los resultados en las pruebas estandarizadas, como la PISA son buenos en la región, sin embargo quedan bastante por debajo si se comparan con los países de la OCDE, mostrando que aún queda bastante margen de mejora. Cabe recordar que nuestro país es parte de la OCDE desde hace al menos 10 años.
SALUD EN LA INFANCIA CHILENA
En relación a la salud, Chile en los últimos años ha conseguido grandes avances, presentando los mejores niveles de salud en América Latina; destacan la disminución de la mortalidad infantil y de la desnutrición, las altas coberturas de vacunación y la gran cantidad de programas destinados a la salud de los niños, niñas y adolescentes (NNA).
En esta línea, Chile ha alcanzado importantes logros sanitarios y ahora debe encaminarse hacia nuevos desafíos de modo de alcanzar estándares sanitarios similares a los países más avanzados de la OCDE, desafíos tales como la disminución de la obesidad infantil, el aumento de la cobertura a enfermedad catastróficas que son menos prevalente en la población y mejorar el acceso a rehabilitación física, fonoaudiológica, ocupacional y psicológica.
Tampoco podemos dejar de mencionar todos los aspectos económicos y de protección de NNA, en lo que Chile ha tenido sustanciales avances, así como también tareas pendientes, como la disminución de la desigualdad, la disminución de la vulneración de derechos de los NNA y la disminución de la instrumentalización de NNA para delitos.
¿Y LA INFANCIA CON DISCAPACIDAD?
En relación a la población de NNA con discapacidad también podemos ver avances importantes. En educación según cifras del Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad (2015) la diferencia entre el acceso de los NNA con discapacidad, versus los que no la tienen es mínima, aproximadamente 2%.
Si lo vemos desde la óptica de la escolaridad, existen diferencias que nacen mínimas en niveles de educación parvularia y básica, pero que a nivel de educación media se hacen más presentes, del total de NNA con discapacidad solo el 12% asiste a educación media versus el 25,3% de los que no tienen discapacidad.
Esta diferencia se va profundizando en la educación superior y nos dice que a los NNA con discapacidad les cuesta mucho más completar su educación regular. Esto último constituye un desafío país que es trabajar en más y mejor inclusión en establecimientos educacionales.
En relación al tema salud, nuestro país destaca por tener un acceso salud sin diferencias entre NNA con discapacidad y sin discapacidad. El gran desafío que tenemos como país en esta materia tiene que ver con el acceso a la rehabilitación: solo el 22,8% de los NNA con discapacidad la recibe.
En relación anteriormente expuesto, se puede concluir que sin duda Chile ha tenido grandes avances en materia de infancia en los últimos 30 años, sin embargo los desafíos que nos quedan no son menores y para poder avanzar necesitamos de la participación de todos los actores sociales, desde los que integran el aparato gubernamental hasta la sociedad civil, siendo esta ultima la que debe ejercer un rol participativo y propositivo.
IRV como organización de la sociedad civil ha entendido la realidad de los NNA con discapacidad y desde sus lineamientos institucionales ha implementado un Programa de Rehabilitación Infantil para niños y niñas con discapacidad en sus domicilios, este programa se financia con donaciones de empresas y personas naturales, que ya ha beneficiados a varios niños y niñas en la zona de Valparaíso con terapias de fonoaudiología en sus domicilios.
Por eso, en este día queremos invitarte a conocer esta iniciativa, testimonios, historias y sobre lo que hacemos para beneficiar a tantos y tantos niños y niñas porteños que necesitan de terapias de rehabilitación. Avancemos juntos en el camino de la inclusión.
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