La voz se produce a través de la vibración de nuestras cuerdas vocales por el aire que es expulsado entre ellas, nos permite comunicarnos e identificar a las personas que nos rodean, dado que cada uno tiene características en la voz que nos hacen únicos. En el caso de las personas que presenta hipoacusia, ocurre que como ellos no se escuchan o sienten su voz muy baja por la falta de audición, tienden a elevar el volumen de su voz sin darse cuenta y esa sobre exigencia vocal puede llegar a generar una disfonía a largo plazo.
La disfonía es un trastorno caracterizado por una alteración en el timbre de la voz, que puede ser causada por alteraciones orgánicas o funcionales de la laringe y de las cuerdas vocales. Las personas con pérdida auditiva generan un sobresfuerzo vocal para escucharse a sí mismos, lo cual a largo plazo puede ser el origen de una disfonía por mal uso vocal y, por otro lado, si la persona con hipoacusia es un adulto mayor tiene más probabilidades de desarrollar una disfonía dado que fisiológicamente producto del envejecimiento presenta cambios en la laringe, en el sistema respiratorio, órganos de la articulación, etc.
Entonces, si tenemos una laringe con menor fuerza, menor masa muscular y a ello le añadimos una sobre exigencia al momento de hablar, claramente tendremos una voz más débil, rasposa, con bajo volumen y temblores vocales.
¿Qué recomendaciones seguir si presento disfonía y además tengo hipoacusia?
Lo primero es comenzar a usar audífono para que pueda oír su voz y en consecuencia regulará su voz.
Mantener un adecuado uso de sus prótesis auditivas para que pueda disminuir la exigencia al hablar.
Iniciar rehabilitación fonoaudiológica para que pueda aprender un correcto uso vocal y ejercicios que permitan reequilibrar la coordinación fono-respiratoria.
Evitar consumir alimentos irritantes para sus cuerdas vocales, tales como: ají, café, alcohol, ácido cítrico como el limón y la naranja, etc.
Evitar el tabaco, ya que es un irritante que produce sequedad en la mucosa.
Mantenga una correcta hidratación para que sus cuerdas vocales estén lubricadas.
Evitar carraspeo frecuente.
Evitar hablar en espacios con mucho ruido, ya que tendrá que esforzarse para ser escuchado y por lado si usa audífono se le hará más difícil entender la conversación.
La hipoacusia puede afectar varias áreas de nuestra salud y de nuestra comunicación, pero somos nosotros los que podemos hacer cambios para que el proceso sea más llevadero.
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