La discapacidad y su proceso de inclusión se han hecho un tema muy relevante a nivel mundial en las ultimas décadas del siglo XX. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existe a nivel mundial más de mil millones de personas con discapacidad, lo que vendría siendo aproximadamente un 15% de la población, en Chile particularmente existen más de 2 millones de personas con discapacidad, siendo casi el 20% de la población.
En lo que respecta a infancia, existen más de 240 millones de niños con discapacidad a nivel mundial, según cifras de la UNICEF, en tanto en el Chile la cifra llega a casi 230.000.
En este contexto, la rehabilitación cumple un rol importantísimo, primero porque permite aprovechar el potencial de desarrollo que tiene un niño en crecimiento; segundo, porque genera mayores y mejores adecuaciones para facilitar procesos de inclusión; y tercero, entrega herramientas a la familias y/o cuidadores sobre el manejo de la condición discapacidad y las adaptaciones a considerar en el hogar.
En términos claros, la rehabilitación mientras mas rápidamente comience en un niño, mayores son las posibilidades de llegar a un máximo potencial en la vida adulta, traduciéndose en un proceso de inclusión educativa, laboral o recreativa con mayores expectativas de éxito.
Cuando hablamos de rehabilitación tampoco podemos dejar de mencionar las barreras de acceso que tienen los y las personas con discapacidad. En términos estadísticos la OMS estima que existen 2400 millones de personas que necesitan rehabilitación a nivel mundial. A nivel nacional se proyecta que casi 1 millón y medio de personas requieren en algún grado servicios de rehabilitación ya sea nivel hospitalario o nivel domiciliario, si consideramos la población infantil con discapacidad, los datos otorgados por la Estudio Nacional de la Discapacidad II (ENDISC II) dicen que solo el 22,8% de la población con discapacidad ha tenido acceso a algún servicio de rehabilitación.
BARRERAS A SUPERAR
Para los niños que requieren rehabilitación existen diferentes tipos de barreras de acceso. entre las cuales tenemos:
- Barreras relacionadas a aspectos económicos.
- Barreras de acceso por la ausencia de red de salud cercana al usuario.
- Barreras dadas por la falta de conocimiento por parte de padres y/o cuidadores.
- Barreras arquitectónicas en la comunidad.
Ante esta grave situación, como IRV hemos planteado una respuesta basada en la planificación, implementación y ejecución del proyecto financiado con donaciones sociales, llamado “Programa de Acompañamiento Temprano a la Infancia con Discapacidad”. Pero... ¿Qué son las donaciones sociales? Puede ser algo obvio, pero es mejor que aclaremos este punto antes de continuar.
Desde una perspectiva legal, el Servicio de Impuestos Internos (SII) las define como “Un acto que consiste en dar fondos y opera mediante beneficios tributarios, fomentando los aportes privados a las iniciativas en favor de personas en situación de pobreza y/o personas con discapacidad”.
Sin embargo, para nosotros como ONG IRV, la donación que tú puedas realizar es mucho más que esto. El aporte que puedas realizar ayudará no solo a los niños, sino también a familias completas de escasos recursos económicos en nuestro Valparaíso, en las cuales, muchas veces, solo está la madre a cargo de su hijo que requiere rehabilitación, inventando tiempos para esto y para trabajar y sostener ambas vidas. Es por esto que es importante recalcar que tu donación SÍ tiene un sentido y SÍ tiene un impacto positivo: es GRACIAS A TI que se puede lograr -y se logra actualmente-.
¿En qué consiste este proyecto específicamente? te estarás preguntando. Este se plantea como una respuesta de IRV a la necesidad de rehabilitación domiciliaria infantil, y consiste en la implementación de un servicio de rehabilitación a domicilio para niños con discapacidad. Las atenciones son realizadas por profesionales como, Kinesiólogos, Fonoaudiólogos, Terapeutas Ocupacionales y Psicólogos.
Las prestaciones que se entregan como parte de la ejecución del proyecto van desde la evaluación, intervención multidisciplinaria, consejerías individuales, consejerías familiares todo con planes de tratamiento personalizado para cada usuario. Todo esto es sostenido gracias al aporte de personas, por lo tanto, para la familia beneficiada no tiene costo.
Como dije más arriba, este proyecto viene a dar respuesta a una necesidad existente, pero para su correcto desarrollo y ejecución, necesitamos el aporte de todos y todas las personas, ya que es ese gesto de generosidad de cada uno el que le otorgará la oportunidad a una gran cantidad de niños con discapacidad y sus familias de acceder a la rehabilitación que tanto requieren.
Para finalizar es de mi agrado poder comentar que IRV se encuentra ya ejecutando este proyecto donde durante los meses de enero y marzo de este año, más de 16 niños con discapacidad han recibido sesiones de fonoaudiología en sus domicilios, todos ellos de la comuna de Valparaíso y todo esto gracias al aporte de personas como tú.
Los diversos testimonios de algunas familias beneficiadas se encuentran disponibles desde nuestra web y redes sociales. Ahora, tenemos el desafío de mantener estas atenciones durante todo el año. ¡Anímate! Todo aporte suma. Entérate de nuestra causa, suscríbete a nuestro newsletter y comprométete con la verdadera inclusión en Valparaíso.
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