Como ya se ha difundido en otras ocasiones, el IRV se encuentra en una Campaña de Recaudación de Fondos para financiar un proyecto que permite beneficiar con fonoaudiología y rehabilitación a domicilio a niñas y niños en la región de Valparaíso. Para esto, hemos contado con la generosidad de cientos de personas que han hecho su donación a través de nuestro sitio web, pero también, con la enorme solidaridad de decenas de locales comerciales que han abierto sus puertas a la inclusión, facilitando un pequeño espacio dentro de su establecimiento para colocar una alcancía.
Así, grano a grano, con el aporte de las personas que van al local sumado al compromiso de los dueños de estos, quienes siempre ponen la misma cantidad que se ha juntado en la alcancía, hemos avanzado y hoy, muchos niños y niñas ya se encuentran siendo beneficiados por el programa de rehabilitación integral a domicilio.
En esta oportunidad queremos mostrar los rostros de los dueños comerciales que se han puesto la mano en el corazón con la inclusión. Un pequeño reconocimiento para grandes personas.
Él es Jaime Carreño, quien atiende el local de servicio técnico de celulares, OkSertell, ubicado en calle Condell 1217, galería O´Higgins, Valparaíso. Hace 2 meses se comprometió con recibir la alcancía por la rehabilitación infantil y según comenta, esto lo hizo porque "no todos tienen la oportunidad, a lo mejor, de recibir un apoyo. Entonces es una manera de ayudar".
"Yo creo que siempre hay que ayudar a la gente, sobre todo, si lo necesitan y no pueden hacerlo", termina por expresar Carreño. En todo caso, pese a su buena voluntad, no siempre es fácil lograr que las personas donen, más que nada "porque no saben. Entonces, uno le muestra el papelito que nos dejaron para poder explicarles de qué se trata y lo que es. Al principio, no lo entienden y después, a veces, te dan un aporte", dice.
La postura de Jaime respecto a las donaciones es sumamente sana. Él no apela a un convencimiento forzado hacia las personas sino que busca que a cada individuo le nazca naturalmente la voluntad de ayudar, obviamente, siempre difundiendo y mostrando de qué se trata el tema: "Invitar a gente a donar es difícil porque no toda la gente cree que las donaciones van destinadas al final. Se da mucho eso. Entonces, decir que vengan a donar es difícil. A la gente les debe nacer. Yo creo que le debe nacer a cada uno. Darle más confianza a la gente es súper complejo. Yo creo que uno debe creer y yo por lo mismo la dejé, porque creo en esto".
"TODOS TIENEN QUE SER INCLUIDOS"
Marcela Orellana atiende la Perfumería Esperanza, ubicada en calle San Antonio 975, Viña del Mar, y tiene la alcancía en el local hace un poquito más de un mes. Su situación en cuanto a la recaudación no difiere mucho de la de Jaime: "a la gente, a veces le cuesta cooperar aunque sea por una buena causa", dice.
De todas formas, su espíritu y buena voluntad por la inclusión y la rehabilitación infantil no se ven mermadas y continúa siendo una socia por esta causa, invitando a todas las personas que transiten por el lugar a que puedan realizar a su aporte, "Porque a la larga todos tienen que ser incluidos en todos los trabajos y tenemos que ayudar a la gente, y sobre todo a la gente que es discapacitada o que tiene problemas".
Desde el IRV recordamos que nuestro modo de trabajar las alcancías es diferente, pues, por cada peso que las personas depositan, el local se compromete a poner la misma cantidad, una vez al mes, cuando estas son retiradas. Esto, sin duda alguna, es un enorme compromiso por la causa.
Queremos agradecer su generosidad, solidaridad y buen corazón, a todos los locales comerciales que lo han hecho. Por orden de aparición en las fotos: A Álvaro de Todo Móvil, a Raúl y Marcela de Perfumería Esperanza, a Eduardo Castro de Sandwichería El Paraíso, a Jaime Carreño de OkSertell, a Richard Campos de Óptica Chadiz, a Luis Vetiencourt de Minimarket Laurel, a Reinaldo de Confitería Esperanza y a Patricia Álvarez de Deportes Platense. A todos y cada uno de ustedes, infinitas gracias por su apoyo.
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