Dentro de las causas principales de la pérdida auditiva se encuentran la edad, infecciones, exposiciones a ruidos o químicos, genética, medicamentos ototóxicos, pero también enfermedades crónicas que pueden afectar directamente o indirectamente al oído, donde una de las principales tienden a ser las enfermedades cardiovasculares ya que existe una conexión significativa entre el sistema cardiovascular y el sistema auditivo, ya que este depende de un adecuado flujo sanguíneo para el correcto funcionamiento del oído interno.
La cóclea, órgano albergado en el oído interno encargado de convertir las vibraciones sonoras en señales eléctricas, es altamente sensible a los cambios en la circulación sanguínea. Dentro de la cóclea hay una estructura especializada llamada estría vascular, que tiene como función mantener el potencial endococlear, donde gracias a esto las células pueden convertir el sonido en “señales eléctricas” hacia el cerebro, pero, esta estructura depende de un suministro sanguíneo estable para que las células puedan funcionar de manera correcta y al haber una alteración en la microcirculación coclear, como las enfermedades cardiovasculares, puede afectar esta función y por consecuencia afectar nuestra audición.
Dentro de las principales enfermedades crónicas cardiovasculares podemos encontrar:
1) Hipertensión arterial: Aumento de la presión sobre los vasos sanguíneos del oído interno, dañando las células ciliadas, provocando pérdida auditiva progresiva y Tinnitus.
2) Aterosclerosis: Acumulación de placas de grasa (entre otros componentes), que reduce el flujo sanguíneo del oído interno, provocando pérdida auditiva gradual.
3) Insuficiencia cardiaca: Disminución en la cantidad de sangre oxigenada que llega a los órganos, incluidos el oído interno. Provoca pérdida auditiva progresiva y problemas de equilibrio.
4) Accidente cerebrovascular: Esto puede afectar áreas involucradas en el procesamiento auditivo, pudiendo generar pérdida auditiva unilateral o dificultad en la comprensión del sonido. Además, puede ir acompañado de vértigo.
Las presentar enfermedades cardiovasculares, pueden reducir el suministro de oxígeno y nutrientes hacia la Cóclea, incrementando el riesgo de deterioro auditivo. Este daño celular es irreversible, afectando células esenciales para la amplificación de las señales auditivas. Además, dentro de los síntomas que puede traer una alteración cardiovascular y que va de la mano con la pérdida auditiva, es la aparición de Tinnitus, ya que la afección cardiovascular puede ser una de las causas subyacentes de la aparición de Tinnitus debido a un déficit en el flujo sanguíneo que altera el equilibrio iónico y metabólico del oído interno, es decir, provoca percepciones auditivas anormales.
Por lo tanto, es de suma importancia mantener todos sus controles con el médico al día, ya que hay diversos factores que pueden afectar nuestra audición y no tan solo la edad. En el caso de la salud cardiovascular y audición, estas se encuentran estrechamente relacionadas, ya que la circulación sanguínea óptima es fundamental para el mantenimiento de la función auditiva.
Commentaires